lunes, 5 de agosto de 2013

Conversación

S-Te estoy ignorando. No te hablo más. Ahora sí: perdiste. No te miro. No pienso más en vos. Te ignoro. Te ignoro. Te ig-no-ro. Entendiste? Hago caso omiso a que estés ahí, al lado mío. No te veo. No te tengo en cuenta. No me importa que estés ahí. Si tuviese tiempo de pensar en ti, posiblemente te despreciaría. Mirame! No ves que te estoy ignorando? 

R-Estoy cebando mate.

S- Pero te estoy hablando!

R-Pensé que me estabas ignorando.

S-Sí, te estoy hablando para que entiendas que te estoy ignorando. Podés dejar de cebar mate y prestarme atención por un minuto? Dejame que te ignore. Sentite ignorado, si no qué gracia tiene? Qué sentido? Para qué voy a estar acá pelándome los sesos  pensando cómo ignorarte, si vos ni te mosqueás! Ignorarte y que no te dés cuenta es un gasto de energía inútil!

R-Me dijiste INÚTIL?

S- No. Dije que el gasto de energía es inútil.

R- Ah, me estás ignorando.

S-No estás escuchando lo que te digo.

R-Sí, sólo que demasiado al este es el oeste.

S-Me estás ignorando. No te hablo más. Ahora sí: perdiste. No te miro. No pienso más en vos. Te ignoro. Te ignoro. Te ig-no-ro. Entendiste? 

3 comentarios:

  1. jua! jua! jua! jua! ¡¡¡¡si lo habré hecho yo y me lo hacen a mi aún!! jajajajajjajajaja, la ventaja de haberlo hecho es que luego ya sabés el juego y no entrás! jajajaja (Lara)

    ResponderEliminar