martes, 25 de diciembre de 2012

Decisiones apresuradas

                 La próxima vez que quiera suicidarme, yo elijo cortarme las venas. Otras formas serán más rápidas y efectivas pero esa se me hace la única posible y sin vueltas atrás. No debe ser tan terrible. Mi abuela siempre me contaba que cuando ella era chica,  en su barrio se mató un muchachito al que le gustaban los muchachitos, cortándose las venas. ¨No manchó nada¨-decía- ¨Se acostó en la cama de su madre y puso un balde justo debajo de donde dejó colgando su mano, cosa de que toda a sangre cayera adentro. El balde quedó lleno y las sábanas de la madre del mariquita, limpitas.¨   A lo mejor ¨el mariquita¨  no sabía que finalmente iban a recordar más precisamente esa voluntad de no manchar las sábanas de su madre, que su muerte misma. Sumiso hasta para su auto muerte.

              Tomar muchas pastillas para dormir, por ejemplo, es una forma de suicidarse parecida a "irse a dormir."  Lo mismo es encerrarse en una habitación sin aireación, con una estufa de pantalla a gas encendida al máximo -a esta altura del año encender así un calefactor traería sospechas y yo quisiera llegar a este punto sin que nadie me rompa las pelotas.

                En la película Living Las Vegas, Nicolas Cage, decide emborracharse hasta morir. Cómo lloré en esa película! El empleado de  Garbarino que atiende en la ventanilla de la caja dos, es igual a Nicalas Cage y cada vez que lo veo me da una pena! Yo intenté tres años morir con este método y les garantizo que no funciona. Y un coma alcohólico no es morir. 

                Lo mismo sucede con  las sobredosis inyectables: a lo mejor uno se comería el viaje de que pasó al otro lado y sólo está  alucinando como loco.  Ahorcarse... no, me da impresión y me compadezco por adelantado de los que pudieran encontrarme colgada: creo que se te pone la cara bordó, la lengua te cuelga hasta por debajo de la barbilla y los ojos se te inflaman tanto que, a veces, se te saltan para afuera. Debe ser horrible. Cuando vivía con mis padres, un amigo mío encontró a su prima  colgada de la soga de colgar la ropa, en su terraza. Contaba que  le había costado un montón descolgarla, y a mi se me hacía que sería porque la soga tendría los broches puestos. Tuve pesadillas unos cuantos días con esa imagen:  El pobre Fabián, luchando con los broches y la soga y el peso de la adolescente muerta. 

             Ahogada casi muero hace tres veranos en el río Mendoza y es realmente espantoso no poder respirar, es desesperante, pobre Alfonsina. Además es difícil de llevar a cabo. Es como hacerse cosquillas a una misma. No te da risa. Cómo hacés para ahogarte si sabés nadar? Atarte una piedra a la pierna? Eso sólo se puede hacer en las películas, que cortan y los asistentes  ayudan a la actriz a  arrastrar la piedra, se la atan ellos, la llevan en un bote hasta el medio del mar y tiran a un muñeco:  porque en las películas, por más reales que parezcan, las cosas pasan de meniritas. Y no me vengan con eso de asfixiarse con una bolsa. Lo más seguro es que rompés la bolsa con las uñas y respirás de nuevo! 

             Tirarse bajo el tren... complicaría demasiado a los usuarios y saldría en todos los diarios. Me imagino el titular del Crónica: ¨Mujer se arrojó a las vías del tren en hora pico. Usuarios del Sarmiento enfurecidos piden a la familia los indemnicen¨.  O del Clarín: ¨La culpa la tiene Cristina¨

                Un balazo... Dónde? En qué parte de la cabeza debo dispararme para  que sea un tiro certero? Sé que muchos suicidas frustrados andan por ahí con una bala alojada en el cerebro, o con una especie de piercing sin aro en la mejilla, o  tuertos. Un tío mío tiene una radiografía de cráneo en donde se ve claramente el vil metal, la bala. Muestra la radiografía en todas las reuniones familiares como si fuera un trofeo; después se toca la cabeza  con el dedo índice, justo en el nacimiento de su insipiente calvicie y dice: ¨Está por acá más o menos.  Creo, porque con los años se va moviendo. El año que viene me voy a hacer otra placa para ver por dónde anda. Este año me la iba a hacer pero no quiero molestar al médico con boludeces¨  A lo que todos los parientes, yo incluía,  le contestamos: ¨Sí, hacétela!¨  Este tío que les cuento, no se quiso suicidar, el tiro se lo metió la ex mujer un día que discutían por plata.

                 Hace un rato  elegí saltar desde el edificio más alto de la ciudad, tiene treinta y dos pisos. casi ciento veinte metros de altura..., qué  placer el de volar! Es tan hermoso que en este instante mismo me pregunto porqué no habré hecho un  de curso de aladeltismo  o mejor aún: de bungee jumping. Por qué me he lanzado al abismo sin la posibilidad de poder repetir semejante experiencia?   Soy feliz a sólo veinte metros del suelo.

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