lunes, 8 de julio de 2019

Mundo parakultural

El frío son los muertos dijo mientras me desenredaba el pelo con el pulso firme y tan suave a la vez que por un momento me entregué a lo que fuera y me olvidé. Desapareció la tarde horrible que había pasado y la helada. Sus manos estaban tibias. Dante nos miraba de cerca con los ojos entornados y los pies enroscados disfrutando como nosotros de todo ese embrollo. Después me sacó una foto; el pelo más enmarañado que nunca La miramos y disentimos dos a uno: "salió buenísima" dijeron "Fea" dije yo. Mentí. Fidel se monto en mi bicicleta y ubicó con sus firmes manos delicadamente mi culo en el caño. Dante nos seguía mirando caminaba en círculos pero a nuestro lado. Todo es un gran círculo que va hacia alguna parte Gritamos, nos reímos. Cabalgamos hasta el fin del mundo ahí donde nosotros tres ya habíamos muerto varias veces pero esta vez el fragor de la música y la danza no nos lo permitió. Nunca nos sentimos tan protegidos y permisivos. Valía todo y nadie se iba a detener. Después se hizo el día. Volvió el frío. Me detuve yo. Los muertos en las ventanas. Mundo parakultural


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