martes, 3 de abril de 2018

LLUVIA MALA 2

Lo que más me molesta es que
no hayas venido a verme.
No tanto por el hecho de
que no hayas venido efectivamente
sino por el contrario, viniste.
Tarde.

Lo que más me molesta es que
hayas venido a verme tarde.
Calulando mal el horario
 para llegar
a no verme
porque llegaste
tarde.

No viniste a verme
sino a vigilarme
como si yo fuera una bicicleta
que se deja atada a un árbol
o a un poste de Telefónica
-que ahora se llama Movistar porque les perdonaron la deuda y pudieron cambiar su nombre.
-en su defecto.
Como si fueras dueño de esa bicicleta
o moto o auto,
que soy yo
y no tu auto, al  que cuidás
aunque no lo ates con cadena
porque tenés alarma que te indica
si alguien se lo quiere llevar
y cuando no lo usás lo dejas bajo llave
en un garaje o
en un estacionamiento pago
porque es de tu propiedad.
Yo no.

Lo que más molesta es que
viniste y no me viste o
me viste a destiempo porque
yo ya no estaba donde tenías
que verme.
 Y al final te quise
igual.

Y ya en casa quise pensar
que a lo mejor tenías razón
y mientras cenaba no tan sola
-con dos perros y varios gatos ajenos-
recordaba cómo masticabas
y lo bien que te había quedado
el diente después de
la ortodoncia
y lo feliz que eras
con tu sonrisa nueva.

No tiene razón
- sacudí mi cabeza-
Aunque su  dentadura sea
 más importante
que este poema:
No tiene razón.

Y ahora no me molesta
ni me preocupa
que no hayas venido hoy
tampoco, o también.
Y afuera llueve menos
que hace un par de meses
y dicen que la lluvia
borra la maldad y a mi
me gusta  pero ahora
siento que eso no es verdad,
es sólo una metáfora
y mañana saldremos a las calles
y veremos cuántos buenos
quedan.
Unos ya están desaparecidos,
varios ya están asesinados
y otra está presa porque es india.
Y mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario