domingo, 17 de septiembre de 2017

La Bicicleta IV




          Pisar con los pies descalzos una nuez puede ser doloroso y engañoso. Es dañino para el pie y  la nuez parece hermética e  infranqueable.
         Si en cambio pisamos apenas la nuez con un zapato de media suela, la cáscara se quiebra a nuestro paso y deja el fruto al descubierto. Lo mismo si ponemos la nuez en la bisagra de una puerta y luego cerramos la misma cuidadosamente. De estas formas se presenta un problema y es que el fruto se mezcla con los diminutos trozos de cáscara y a veces, al comerlo, nos sentimos estafados, dolidos  y -¿por qué no?-con un sabor amargo. 

         Si utilizamos un casca nueces, obviamente, el fruto queda limpio y bien separado de la cáscara. Recién ahí uno puede verificar si el fruto cumple con lo que uno espera o, en su defecto,   está pasado y negruzco. Si uno tiene hambre, se lo come apenas pelado, y se banca la pelusa aunque no sea durazno. Si uno quiere realmente disfrutar el fruto -valga la redundancia-, si uno está motivado ya sea por el hambre o por las ganas de comer, o simplemente  porque ya ha comido nueces antes y desea volver a sentir ese placer,  se esmera y logra separar la parte buena de la pútrida y al fin, saborear la nuez tan complicada. De lo contrario, faltando todo tipo de motivaciones, cáscara y fruto van a parar a la basura. 


       Pareciera que este tema de separar lo fructífero de lo infructuoso, esto de encontrar lo nutritivo sin someterse a lo debilitante, de discernir lo aparente de lo real, depende de la motivación que uno tenga para lograr el objetivo y  –claro- de contar con las herramientas adecuadas.  
 
          Tratar de encontrar analogías entre  las estrategias para disfrutar de una nuez y las formas que uno  debiera llevar  a cabo para conocer lo “jugoso” de una relación me llevaría tres minutos si no fuera por los “pero” que me están apareciendo desde que arranqué a andar en bici hace 20 minutos.

No se puede pisar descalzo una relación, ni un vínculo. Y  la frase “pisar descalzo una relación” o “ pisar descalzo un vínculo” es hermosamente poética e invita a algo auténtico y puro.


          Es lindo tener un compañero los domingos. Tal vez la palabra “bisagra” sea una preciosa metáfora para el vínculo armonioso entre dos personas pero ya está muy bastardeada en filosofía política. “Bastardear palabras” también es una metáfora y una forma de hacer política.


Concentrate ¿Qué parte de la relación estaría representada por  la nuez? ¿La otra persona? ¿El vínculo? ¿Su cabeza? ¿Qué parte debiera  aplastar con un casca nueces para ver la verdad de esa persona, vínculo o cabeza?  Si fuera su cabeza, todo mi razonamiento se volvería un policial.

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