lunes, 1 de julio de 2013

La bicicleta lll



Quise cambiar desde adentro. Como dicen, los cambios sólo se producen desde el interior.

      Intenté pero no pude. Qué quiere decir eso de cambiar desde adentro? Qué te va a cambiar, el hígado? el riñón? un pulmón? Mi profesora de biología decía que uno tiene el pelo según cómo está ubicada ¨la semillita de cabello¨ desde adentro. Si la punta de la semilla apunta hacia afuera, se tiene el pelo lacio, si está  semi-inclinada, el cabello será ondulado, si la semilla, en cambio, apunta para el interior, se es completamente mota, como los negros. Si yo quisiera cambiar el aspecto de mis mechas de una forma ¨natural¨ tendría que ser desde adentro.

Los cambios desde adentro.

     Pero bueno, hacer los cambios ¨de adentro para afuera¨  ya intenté y no pude; así que probé con  los cambios ¨de afuera para adentro¨. Cambiar el cuerpo, la dichosa estética. Primero  me maquillé, modifiqué mis peinados y mi color de pelo: Atado, suelto, con trenzas, raya al medio, al costado, frizado, liso extremo, efecto húmedo...me lo teñí de diferentes colores, claritos, rojos furiosos, negro azabache, ...Al tiempo me animé con los cortes. Primero el flequillo, después las rapadas de nuca, luego las mechas desparejas y finalmente las extensiones.

         Cuando alguien me preguntaba Por qué te hacés eso? A mi me daba ganas de contestar: ¨Por el asco que me da tu sociedad¨  Pero en seguida me acordaba que eso se contesta cuando te preguntan:  Por qué te pelaste? Y a eso no llegué. A lo mejor si uno se pela completamente, cambia de afuera y de adentro. No podría asegurarlo. Conozco muchos pelados que se pelan porque ya son pelados. Suena raro, pero es así. Yo, con mis cortes y mis colores, seguía siendo yo misma.

     Entonces, a esos cambios, le agregué el dejar de comer. Así que adelgacé muchísimo y seguía siendo la misma  pero con hambre. Empecé a deprimirme, entonces empecé a comer y comer. Engordé tanto , tanto que parecía otra pero cuando me miraba al espejo pensaba: ¨Soy yo, gorda.¨   Además,  la gente huía de mi (a  la mayoría de las personas les desagradan los gordos). Esto último también me deprimió, así que dije ¨Bueno, voy a comer como se debe: sano.¨  Y me puse a la moda, que es lo mismo que ser normal.

       Ser normal: Usar los mismos pantalones que todos, las mismas remeras, mirar los mismos programas de televisión, conversar sobre los mismos temas... SER NORMAL.

     Tan normal que pasaba desapercibida. Eso no me gustó tanto porque ante todo, me gusta llamar la atención. Así que me fui al shopping que estaba de moda a comprarme ropa, pero compré la que no compra nadie, la que está de oferta. Porque no es lo mismo la ropa barata que la ropa vintage. Lo vintage está de moda. Si lo comprás en la feria americana te dicen hipi, pero si lo comprás en los negocios de diseño, ah! ahí sí que te lucís a la moda! Y me empecé a vestir rara.  La gente me mira un poco. No tanto.

      A lo mejor mañana me decido y me pelo.

2 comentarios:

  1. muy bueno tambien te lei de un toque me gusto es como si te conociera pero en realidad no te conozco solo se que todo puede ser y es ese el hecho de conocerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno Anónimo, comenzá por presentarte. Yo soy Olivia Diab. Te mando un saludo y gracias por los comentarios y por leerme.

      Eliminar