Te acercaste a unos niños:
los gitanos de mi barrio,
"Éstos sì que son bárbaros."
-afirmaste.
El tango de siempre:
Lloraste por un mal amor
por una vejez que te llegó apurada
por el número de loterìa
-que perdiste y salió ganador-
por el día aquel
y por la lluvia aquella.
"Solito por elección."
-te atajaste.
A punto de tener un ataque
la noche que casi pierde tu equipo
sentiste desbordar tu corazón
cuando el loco atajó el pelotazo
Ganó, también,
y no hacía falta tener el ticket;
Festejaste a lo loco
más loco que el loco aquel
aquel penal.
Saliste a la calle
tomaste distancia,
padeciste mareos.
"No soporto el tapa bocas."
-dijiste-
pero era el tinto
que te hacìa olas
provocando vómitos
y palabras...
horribles palabras.
Trastabillaste,
mal dijiste,
te quejaste:
"Vos te enojás por cualquier cosa."
-afirmaste.-
Decir una cosa por otra
-fue ese el caso-
no es siempre una metáfora.
"Nada desaparece,
todo se transforma..."
-cantaste desafinado.
"Por eso todo es más pesado."
-teorizaste.
"El peso del mundo
transforma todo.
Pronto va a cambiar tu órbita."
-predijiste.
Pero esta vez estabas perdido.
Estás perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario