Te dejo porque quiero más.
Hay que quererse por igual
o que esa desventaja puntúe a mi favor.
¿A quién le importa la poesía si no es canción?
Mi delicado ego ya no puede aventurarse.
La aventura está en los huesos y
todavía no logramos ponerle
un nombre al concepto que se va desformando.
No habremos de nombrarlo nunca.
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