domingo, 1 de septiembre de 2019

GUILLE

¿Qué hacés acá? ¿Por qué no estás ensayando? - me dijo apenas me vio. Después bromeé a cerca de su desnudez: "¿Qué es esto de recibirme en calzoncillos? Tapate Guille, que está tu mujer, che." y con su manito delicada, tan fina, tan blanca, tan de músico, se cubrió apenas y sonrió un poco más. "Le dejé las llaves a Nati. No le puse traba al portón."  Lucidez al palo, como siempre. Son las once de la mañana del sábado 31 de agosto.
Intercambié unas palabras con Ceci, su compañera: la habitación, el gatorade, si vino Viole, está por llegar. No me robes a mi novio, seguimos bromeando.
Estamos los de siempre, Pao, Claudia, Benja, Celaya, las dos Cecis,  Cami, Valentino y  sus dos hermanos.
Martín, nos fue recibiendo a todos. Antes de entrar a la habitación nos explicó, a uno por uno la situación, nos abrazó, nos bancó el llanto, nos contó que él es el hermano menor por un año y medio y la más chica es Pao. "Siempre fue un bocho mi hermano, cuando tenía siete, en Muñiz vivíamos -Muñiz como la obra- vendíamos carnada a los que pasaban para la playa. El negocio lo armó él, se llamaba La Corvina Azul. Había hecho un cartel así de grande y cuando pasaban los coches le hacía señas, le daba golpecitos así con la manito,  para que lo vieran. Lombrices vendíamos" Está verborrágico. Me vuelve a abrazar. "Él tocaba la guitarra pero un día tomando un café me dijo que ya había hecho techo con la música, ahora voy a ser actor, me dijo, me voy a dedicar al teatro."  Me quebré por segunda vez y Martín me abrazó por tercera. "No entres así" me dijo.
De a ratos salimos a tomar un poco de aire. Como a la una Claudia contó que ante  anoche cuando le preguntó si necesitaba algo le dijo "una Scarlett Johansson" Cuando entró la Belfiore, entonces volvieron a reirse "Ya sé que esperás a Scarlett pero vine yo" le dijo. Claudia lo acompañó la noche del viernes, ante anoche,  y Guille le dijo que ahí donde estaba sentada le daba una suerte de iluminación escénica. "Es  la lucecita de este aparato" Se rieron. Es una máquina a la que está conectado el "hombre bolsa."
Al rato un enfermero nos avisa que lo van a pasar a una habitación individual. Deben ser las dos de la tarde. ¿La razón? pregunta Martín. Desconozco, cumplo indicaciones, dice el enfermero. Entre todos ayudamos con la mudanza. Guille se sienta en la cama, nos indica que no nos olvidemos esto o aquello. Con Ceci llevamos las cosas a la otra habitación. Nos abrazamos, lloramos. Ahora soy yo la que digo "que no nos vea así"
Apenas se acuesta le conectan la bolsita. La otra bolsita; la que lo duerme para que no le duela más. Y Guille se duerme profundamente por primera vez en meses. La carita se le relaja. Ceci y yo volvemos a llorar. Martín le pone al flaco Spinetta, ahora se quiebra él "Escuchás Guille? Es el flaco" le dice muy cerca de la orejita delicada como sus manos blancas, fina.
Ahora podemos  llorar a nuestro antojo. Martín sale un rato. Yo intento pero Ceci me dice "Quedate, no hay nada de lo que le diga a Guille que no puedas escuchar" Le acaricia las manos finas, la carita, las rodillas. "Nosotros nunca, nunca nos peleamos."  me cuenta. " No es normal eso en una pareja. Yo le busco pelea"
Le digo que  "Yo sì, el sábado en entrenamiento duscutí por un comentario que hizo que me pareció machista"
"Sí, està trabajando  cotra eso." dice Ceci.
Salimos y pasan los hijos, se despiden amorosos. También los hermanos, los amigos que van llegando.  Después le pido que me dejen un ratito sola con él. Me siento en la cama, le agarro la manito fina y blanca y le hago mi declaración de amor: "Guille, vos sabés como te quiero, ¿no? Mañana cumplís años, Violeta está llegando. Dale Guille. Dale. Sabés que todo lo artista que soy te lo debo a vos. Sos mi maestro." Guille me presiona apenas la mano. Dice algo que no logro entender. Ceci entra y me dice: "Lo hiciste enojar"
Sí, lo hice enojar. No le gusta que le digan "maestro"
De repente me acuerdo que hace cuatro años,  en su fiesta de cumpleaños en Espacio Casa conocí a Benja y a Bety  que ahora están afuera. Pasamos la noche en vela. Algunos desde nuestras casas, otros en la clínica. Cientos de mensajes casi iguales. "Como sigue" "Todo igual"  "Esperando"
Son las siete veintisiete de la mañana del domingo primero de septiembre. Guille  cumpleaños. Guille se despide para siempre. Guille el que nos enseñó a reir.

¡ Aguante Guille la concha de Dios!

3 comentarios:

  1. Olivia, no conocí a Guille, pero me hiciste emocionar, seguro Guille sembró mucho para cosechar tanto cariño.

    ResponderEliminar
  2. El Mejor de los nuestros por SIEMPRE y para SIEMPRE. Acá bien pegado a mi corazón va mi eterno agradecimiento por tanta vida que sembró. Brindó por VOS Compañero y lógicamente no será un vino triste sino un licor gracioso de payaso viejo. GRACIAS Guillote buen viaje ALMA noble. Un honor haberte conocido. Un orgullo y mis eternos respetos ¡¡ARTISTA!!

    ResponderEliminar
  3. Guillermo Yanicola Esa esa Preceptora de La ESCUELA INDUSTRIAL Que a los 13 años vio cuando comenzabas El Secundario
    Vio Crecer a Yarrow Velvet Como ACTRIZ.Hoy sabe que HERMOSO SOS ETERNAMENTE.ACTORES y Mar del Plata Crecieron CON SEMEJANTE ACTORAZO¡ BELLO SER HUMANO¡ GRACIAS por estar en este mundo.VOLVE !.-

    ResponderEliminar