martes, 26 de marzo de 2019

Robot (7 de marzo 2019)

              Hoy hace un año que no tengo sexo. Me sienta bien el celibato, no me cabe duda. Recuerdo perfectamente: 
            Mi ex marido había venido a casa a contarme que se iba del país. Me habló un rato pero yo no escuché más nada. Me tengo que ir, le dije. ¿Me alcanzás hasta un lugar? En el auto casi ni hablamos. Yo respiré hondo y tragué saliva varias veces para retener las ganas de llorar. Cuando me bajé estaba en Jara y 9 de Julio y antes que arrancara le murmuré Que te vaya bien y ahí no más se largó un diluvio marplatense de esos que todos conocemos bien, así que no me importó ponerme a llorar como una loca apenas él estuvo a dos cuadras.
           Caminé hasta lo de este muchacho que casualmente yo tengo agendado como TORMENTA (porque nos conocimos un día así, barcos anclados en un refugio del 221 en Mar de Cobo con agua hasta los tobillos.) Apenas me abrió la puerta le dije: Mi marido se va de Mar del Plata. Sí "mi marido" dije. Y seguí llorando. No sé qué decirte, me dijo y no dijo más nada. Agarró una toalla, me secó la cara, me sacó toda la ropa y tuvimos sexo ahí en la cocina, con la luz prendida, en la mesada, en una silla, en la mesa, en el sillón del comedor y en su cama con colchón King Size. Después dormimos.
A la mañana sonó el despertador a las ocho puntualmente pero nos dimos cuenta que era sábado. Así que cogimos de vuelta, sin apuro en su big cama, en la escalera y en la ducha. Nos bañamos y salimos a caminar. A la vuelta volvimos en colectivo y yo preferí bajarme en la parada de mi casa. Hablamos, nos dijimos. Y nos dimos un piquito. Nunca más nos volvimos a ver. Yo seguí llorando todos los días, hasta hace poco. Con el último eclipse paré.
          Mi psicóloga, cuando le conté que TORMENTA me había dicho, entre garche y garche, que no tenía sensibilidad térmica ni sensitiva, dijo que a lo mejor TORMENTA tenía un chip para reaccionar tan bien a mis estímulos. No entendí mucho su comentario pero esa fue mi última sesión.
Todos los días, desde aquel día del tormentón, TORMENTA me manda un mensaje al celular. Casi todos dicen lo mismo: "Espero que estés bien", "Hoy llueve como aquel día.", "Todavía tengo los aros que te olvidaste", "Hace unos días fui al teatro y me acordé de vos" y cosas así.
            Él, me contó también entre meta y saca y saca y ponga, que fue campeón de triatlón "Por eso tengo alta performance"- (creo que se refería a su resistencia en la cama).
Así que hoy me decidí y le contesté el "¿Cómo estás?" con algo vinculado al deporte: "Caminé seis km cuesta arriba. Me duele un pie."
                    Casi al instante recibí respuesta: "Compresas de agua fría, suaves masajes y reposo." ¡Mejor que buscar soluciones en Google!
Últimamente consideré la posibilidad de que podría tratarse de un catpcha y de que mi terapeuta tuviera razón. Tengo 364 mensajes guardados. Hoy los conté. Por eso sé que pasó un año.

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